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Historia de La Macro
evolución
El debate sobre la relación entre la macroevolución y
la microevolución tiene lugar desde los años 1860, cuando la evolución se empezó a convertir en una idea
generalmente aceptada, tras la publicación de El origen de las especies de
Charles Darwin. La primera teoría de la macroevolución, el lamarckismo, desarrollada
por el biólogo Jean-Baptiste Lamarck, afirmaba que los individuos desarrollan los rasgos que
utilizan y pierden los que no utilizan, y que los individuos transmiten los rasgos adquiridos a
su descendencia. Gregor Mendel, un monje austriaco, conocido popularmente como el «padre de la genética
moderna» por su descubrimiento de las leyes de la variación genética con su
estudio de la variación natural en las plantas, creía que las leyes de la herencia no proporcionaban
ningún sustento para la macroevolución. En una conferencia el 8 de marzo de 1865, Mendel afirmó
que su investigación describía el mecanismo de la microevolución, pero no
proporcionaba ninguna base para creer en la macroevolución, diciendo que
«nadie podría mantener seriamente que en el campo el desarrollo de las plantas
se rige por otras leyes que en el arriate de un jardín. »
Por el contrario, dijo, la tendencia es hacia la estabilidad, y la
variación es la excepción, no la regla. Darwin, por otro lado, no veía diferencias fundamentales entre la
microevolución y la macroevolución. Aunque las leyes de Mendel se publicaron en 1866, su teoría fue
ampliamente ignorada hasta principios del siglo veinte, en parte
porque fue publicada en una revista poco conocida por alguien que no era parte
de la comunidad científica. El mismo Darwin nunca leyó el trabajo de Mendel, y el
mecanismo de herencia de rasgos que propuso él, la pangénesis, era más útil para los estadísticos de la escuela biométrica
que para los biólogos.
Tras el redescubrimiento de las leyes de Mendel en 1900, los
estadísticos y los biólogos argumentaron unos contra otros hasta que se
reconciliaron con el trabajo de R.A Fisher en 1930.

La Síntesis moderna y la
equiparación entre microevolución y macroevolución
Trayendo la macroevolución y la microevolución al lenguaje
coloquial, escribió «con el nivel actual de conocimiento estamos
obligados a regañadientes a poner un signo igual entre los mecanismos de la
macro y la microevolución», en contra de las creencias de su mentor, Filipchenko, que era un
ortogenetista, y de la opinión de que la micro y la macroevolución
tenían distintos calibres y mecanismos . A partir de los trabajos de Dobzhansky, el punto de
vista de la síntesis moderna sobre la evolución creció hasta su predominancia
actual. Esta teoría de la evolución en desarrollo recibió más
tarde el nombre de síntesis evolutiva moderna, y sigue conservando su prominencia. El modelo
sintético de la evolución igualaba la microevolución y la macroevolución, afirmando que
la única diferencia entre ambas era de tiempo y escala.
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Primeras críticas a la concepción
neodarwinista de la macro evolución
Waddington argumentaron también que los procesos de la
macroevolución son diferentes de los de la microevolución. De acuerdo
con estos científicos, la macroevolución ocurre, pero está restringida por esos mecanismos propuestos
como constricciones del desarrollo. No obstante, todos estos intentos de desacoplar microevolución y
macroevolución fueron ignorados o marginalizados hasta la década de los setenta.
Artículo principal: Teoría del
equilibrio puntuado
Gould cuestionó el modelo sintético de la evolución y propuso
un modelo de equilibrio puntuado, por el que los cambios evolutivos tienen lugar en acervos
genéticos limitados tras cambios climáticos radicales. No obstante, hizo resurgir
el tema de la autonomía de la macroevolución, de manera que a principios de los ochenta, numerosos
paleontólogos y biólogos evolutivos compartían la creencia en la autonomía dos
procesos micro y macroevolutivos, entendiendo que estos últimos no podían ser sólo
explicados por los primeros.
El uso de la macroevolución por el
Creacionismo
Aunque los detalles de la macroevolución se debaten dentro de
la comunidad científica, esta está ampliamente aceptada. La
macroevolución es cuestionada por muchos defensores del creacionismo o el
diseño inteligente. Grosso modo, estos grupos diferencian entre microevolución y
macroevolución, afirmando que la primera es un fenómeno observado innegable, pero la
segunda no.
Sandra Echeverri.